Luchar contra el avance represivo

mm2(Por: @muchopalo)

El Encuentro Nacional Antirrepresivo (ENA) es un espacio de articulación nacional en el que se convocan distintas organizaciones que luchan contra la represión. Desde el 2011 -y dos veces al año-, las organizaciones provenientes de diversos puntos del país se reúnen para debatir, establecer acuerdos, compartir problemáticas represivas a nivel nacional y regional, definir las políticas represivas que imponen los Gobiernos, caracterizarlas, y organizarse para resistir desde la unidad y la lucha.

Días atrás se concretó la 6ta edición del ENA en Capital Federal, en el local de Correpi (la Coordinadora contra la represión Policial e Institucional) con la participación de más de quince organizaciones y representantes de distintas regiones del país y, en este caso, también de Montevideo, Uruguay.

“La importancia de este Encuentro está dada por el nivel de organización que nos reúne, el establecimiento de una agenda común para luchar contra el avance represivo y la definición de estrategias de lucha y organización que permitan estar un paso adelante de la avanzada represiva que establece el Estado burgués”, nos explica Mariana Carmona, integrante de la Coordinadora Antirepresiva de Córdoba, y señala: “Entendemos que la represión es una política de Estado y nuestros trabajos y caracterizaciones políticas son independientes de los Gobiernos y sus Instituciones, independientemente del color político que asuma esa función”.

En esta ocasión se encontraron representantes de la CADH de Rosario, Centro Cultural El Birri de Santa Fé y Centro Cultural Estación Esperanza de Rafaela; con la Sociedad de Resistencia de Mendoza; con Acción Grupal Antirrepresiva de Comodoro Rivadavia; con Movimiento Antirrepresivo de Olavarría; Frente Antirrepresivo de Mar del Plata; Coordinadora Antirrepresiva del Oeste; con una compañera de Corrientes; Correpi; Plenaria Memoria y Justicia de Montevideo Uruguay. Desde Córdoba estuvieron presentes la Coordinadora Antirrepresiva por los DDHH y la Biblioteca Popular de Bella Vista.

“Del ENA, no pudieron llegar en esta ocasión los compañeros de otras organizaciones de Buenos Aires y de la Patagonia, pero enviaron sus saludos y se mantienen en permanente contacto con el Encuentro”, subraya Mariana y aclara: “dado que es por este medio donde logramos dar mayor visibilidad y denuncia a la problemática que nos reúne. Según las propias definiciones que surgieron del balance en este Encuentro, no da igual denunciar el secuestro de compañeros, la persecución política, la avanzada represiva desde una sola organización que como conjunto de antirrepresivas haciendo eco de estas problemáticas en distintos sectores del país”.

mm3Bajo un contexto de linchamiento

Aprovechando la ocasión del Encuentro, se concretó una mesa debate sobre las asonadas/acuartelamientos de las policías en diciembre del año pasado. Esa mesa estuvo compuesta por Correpi de Buenos Aires, Movimiento Antirrepresivo de Olavarría y la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba.

 

El temario del último ENA propuso debatir cuidadosamente distintos puntos que preocupan a las organizaciones antirrepresivas. Entre ellos, se presentó como alarmante la militarización y ocupación territorial que las fuerzas represivas representadas por Gendarmería Nacional realizaron en las últimas semanas en la ciudad de Rosario con la excusa de la lucha contra el narcotráfico. Estas ocupaciones territoriales en manos de las fuerzas represivas se parecen en muchos puntos a los procesos de militarización de las favelas en Brasil hace unos años.

Ya en Córdoba y luego en distintos puntos del país, allá en diciembre, cuando se realizaron los acuartelamientos de las policías locales, la Gendarmería había ingresado a las provincias con orden del Estado Nacional para mantener controlada la situación y reprimir las protestas. “Los cordobeses tuvimos que soportar la invasión de las fuerzas represivas mientras los Gobernantes nacionales y provinciales primero se pasaban la pelota sobre sus responsabilidades y después apaciguaban los acuartelamientos policiales con aumentos salariales a la Policía y discursos mediáticos en pos del orden social y la tranquilidad de los cordobeses” señalo Mariana Carmona.

En esos días, la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba denunciaba a la Policía por orquestar los saqueos sistemáticos en distintos puntos de la ciudad que aterrorizaron a la población y generaron los primeros hechos de linchamientos por parte de vecinos de barrios pudientes de la ciudad hacia jóvenes que circulaban en moto por esos sectores.

“Tres muertos contamos en esos días producto de la zona liberada que habilitó la Policía de Córdoba, brazo ejecutor de la represión estatal” Apuntó la integrante de la Coordinadora Antirepresiva de Córdoba y agregó: “esos linchamientos preocuparon a nuestras organizaciones porque observamos con preocupación cómo la Policía propició estos hechos para generar terror en la población y presionar al Gobierno Provincial por un aumento salarial. De ese modo legitimaron su poder en la ciudad, y al Gobierno posteriormente, le quedó servido en bandeja el discurso de «más policía, más seguridad para todos». Hoy tenemos el «Operativo Saturación» llenando de efectivos policiales los barrios de Nueva Córdoba y el Centro evitando que los trabajadores de barrios populares accedan a estos puntos de la ciudad”.

En Rosario lincharon y mataron a David Moreira de 16 años hace unas semanas y esos hechos siguieron multiplicándose. Vecinos, fascistas, salen a la calle y linchan a jóvenes que cometieron un delito o que son sospechosos de hacerlo. Ante esta situación se afirma que desde el Encuentro Nacional Antirrepresivo se está trabajando con las distintas organizaciones para denunciar estos hechos, responsabilizar al poder político que habilita estos mecanismos sociales y señalar que son los jóvenes asesinados los que deben ser reclamados por el conjunto de las organizaciones y por los que debemos seguir luchando para evitar nuevos linchamientos.

mm6La postura del ENA ante las nuevas propuestas de regular la protesta.

A principio de año, la presidente Cristina Fernández anunció que elevaría al Congreso un proyecto de Ley para regular las protestas. La denominada  «Ley de convivencia de manifestaciones públicas»,  establece que toda protesta debe ser notificada ante representación policial con una antelación no menor a las 48 horas informando  lugar, duración y objeto de la misma.

Ante esta inactiva del ejecutivo nacional, le consultamos a Mariana Carmona, de la Coordinadora Antirepresiva de Córdoba sobre la postura adoptada por los espacios antirepresivos de la Argentina y nos comentó que: En la misma línea de lo que venimos planteando, el ENA observa la regularidad de los comportamientos de los distintos Gobiernos en las provincias. Algunos más ocupados por enmascarar su carácter represivo, otros lo manifiestan sin tapujos. El Estado Nacional y sectores de la oposición se unieron para proponer nuevas medidas que regulen la protesta social, en Córdoba De la Sota hizo eco del proyecto y quiere incluirlo en su arsenal de leyes persecutorias a los trabajadores.

Las organizaciones independientes del Estado, que decimos las cosas sin maquillar, denunciamos a los Gobiernos por la criminalización y hostigamiento a los luchadores populares. Tenemos a mano uno de los casos más graves de los últimos tiempos: la sentencia a perpetua a los trabajadores petroleros de Las Heras. Ninguna de las organizaciones del Encuentro Nacional Antirrepresivo caracterizamos en forma diferenciada lo que está pasando con las medidas regulatorias de la protesta. Sabemos que este año está signado por ajustes y tarifazos, el Estado necesita implementarlos con la sociedad controlada y regulada, por eso se anticipan con estas medidas para frenar la movilización. El Mundial de Futbol en junio próximo será aprovechado por la Intendencia de Ramón Mestre para aumentar nuevamente el transporte y venimos denunciando esa jugada desde el último aumento.

La condena a perpetua de los compañeros Petroleros va de la mano de un llamado de advertencia a las organizaciones para que nos alertemos y no repliquemos sus actuaciones. Los trabajadores que manifiesten, corten las calles, hagan piquetes serán reprimidos, encerrados, perseguidos y condenados. Más claro, echarle agua.

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