En el día de ayer la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) presentó su informe anual sobre la situación represiva en un acto en Plaza de Mayo. Acompañadxs por familares de víctimas de represión estatal y organizaciones sociales, también se hicieron presentes Nora Cortiñas y Sergio Maldonado.
Según el informe que desde 1996 la Correpi elabora, el gobierno macrista fue en el que más se dispararon los índices de muertes de personas en manos del Estado, alcanzando la cifra de 1833. Este número se vuelve más dramático si tenemos en cuenta que la cantidad total de muertes desde la finalización de la dictadura cívico-eclesiástico-militar es de 7093, por lo que los asesinatos estatales cometidos en los 4 años de presidencia de Mauricio Macri con Patricia Bullrich a cargo de la represión representan un 26% de ese total.
Dicho de otro modo, se habla de “un total de 1833 personas fueron asesinadas por el aparato represivo estatal, en 1435 días de gobierno”, lo cual arroja la escalofriante cifra de un asesinado estatal cada 19 horas.

Ya en el escenario, familiares de víctimas expresaron: “Vivimos en carne propia la avanzada contra nuestros derechos, vivimos un verdadero estado de excepción (…) desde el minuto uno [el gobierno de Macri] legitimó el gatillo fácil. Bullrich y Macri se despidieron diciendo que no hay gatillo fácil, que hay gatillo difícil y dándoles un guiño a las fuerzas represivas: sigan matando, nosotros los seguimos bancando”. En relación al nuevo gobierno luego agregaron que «la designación de Sergio Berni como ministro de Seguridad en la Provincia de Buenos Aires es un antecedente que nos preocupa».
En continuidad con los reclamos y exigencias al nuevo gobierno, se expresó la necesidad de medidas urgentes y concretas para frenar la Doctrina Chocobar, comenzando por la derogación de la Resolución 956/2018 que habilita el uso de arma reglamentaria de las fuerzas represivas en cualquier circunstancia. Basta de gatillo fácil, de militarización de los barrios, de detenciones arbitrarias, de torturas en cárceles y comisarias, fueron otros de los reclamos presentes.
La referenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas también tomó la palabra y expresó su malestar acerca de la situación represiva en el país: «cuando escuchamos los números nos preocupamos cada día más porque parece que la Argentina va camino a un gran pozo en el que no queremos estar». También expresó su preocupación por las señales del gobierno entrante en materia represiva: «la reciente designación de Berni, Massa, Solá me cayó mal, muy mal, son figuras que nos recuerdan lo peor que vivimos».
Cabe destacar que a pesar del minucioso proceso de recabación de datos llevado a cabo por Correpi, es más que factible que exista un subregistro, ya que, como bien sabemos desde este medio, el encubrimiento es moneda corriente en estos casos, y el acceso a la información es un camino difícil. En muchos casos quienes alertan de que a una persona la asesinó el estado son sus familiares, pero en los casos en que no es así es difícil llegar a otra versión que no sea la oficial. A eso se suma que en algunas provincias (la nuestra es una de ellas) este acceso a la información se vuelve aún más difícil, participando incluso muchas veces los medios hegemónicos en la distorsión/encubrimiento de los hechos. Todo esto se acentúa aun más en los casos de muertes producidas en contextos de encierro como comisarías y cárceles.
Foto de portada: Alejandrina Barry