No cabe titular de otra manera las preocupantes palabras de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien finalmente se pronunció ayer a favor del fusilamiento de Facundo Ferreira, el niño tucumano de 12 años que falleciera tras recibir un disparo policial en la nuca, subiendo de este modo la apuesta ya iniciada con el apoyo a Chocobar y la formalización de esta doctrina del terror.

La ministra sostuvo este jueves que el Gobierno «respalda a la Policía en su accionar» y declaró que si un integrante de las fuerzas de seguridad es atacado con armas de fuego por delincuentes, «tiene todo el derecho a defenderse».

Pero la declaración más impactante al respecto fue su afirmación de que «disparar a alguien por la espalda o no es un detalle», lo cual muestra a las claras de qué se trata la «doctrina Chocobar» y lo que le depara a la población en adelante por parte del Estado.

Agregó además que «En todos los casos hay una investigación judicial. En Tucumán, por ejemplo, hay una investigación que dice que, lamentablemente, un chico de 11 años le tiró a la Policía», ignorando en todo momento las irregularidades denunciadas por la familia en torno al fusilamiento de Facundo y todos los procedimientos que siguieron luego.

La familia denunció además que en el cuerpo de Facundo fueron encontrados múltiples signos de golpes de balas de goma en las piernas, y la inconfundible marca de un borcego en su cara.

Además Bullrich realizó declaraciones que muestran una vez más el posicionamiento del Poder Ejecutivo respecto a los demás poderes, desafiando nuevamente al Poder Judicial afirmando que la Justicia no le «puede dictar» al Gobierno «la política criminal a través de un fallo».