Franco era un joven radiante, sus amigas dicen que siempre le gustaba hacer reír, y juntarse a tomar una coca-cola… «Laburaba y estudiaba», cuenta para el diario su mamá Laura. Se acababa de recibir de peluquero y trabajaba en un lavadero. Ese día iba a salir a bailar, tocaba Ulises. Se fue con su primo a cambiarse la camisa cuando tuvo que cruzar el puente Los Gigantes. Ahí siempre estaba el control policial. Tenia 18 años.
Circulaba en su moto cuando al pasar por un control vehicular, un policía, Rodrigo Velardo Bustos, que estaba alcoholizado, le disparó en el pecho, y atravesó su vida. Franco no sobrevivió.
¿Porqué? Abuso de autoridad: Franco fue victima del gatillo fácil, de la policía cordobesa. Famosa de prontuario corrupto, narco y asesino. Su muerte no es un hecho aislado, lamentablemente es una política de estado, de criminalizar a la juventud, estigmatizando, y abusándose del poder que creen tener. No importa quien sea, ellxs disparan. Y el presidente les hace honores y la ministra quiere hacer del gatillo fácil una ley.
A un año del 22 de Febrero del 2017, su familia y amigxs no lo olvidan, y nadie puede hacerlo. Este jueves se cumple un año de su asesinato, y se realizará una actividad en su nombre, para hacer memoria, para no olvidar, su sonrisa, su paso por este mundo.
La actividad será el 22 de febrero a las once horas en la esquina donde pasó por ultima vez. En los gigantes y Alem. Villa Carlos Paz.