Ante la incertidumbre generada por el gobierno desde la aparición del cuerpo de Santiago Maldonado, en lo que respecta a la fase de autopsia sobre el joven que estuviese desaparecido por Gendarmeria y encontrado el río Chubut el 17 de octubre; Mucho Palo Noticias entrevistó al médico forense David Dib, al cual le consultamos sobre el método de autopsia que se está realizando. Dib es docente universitario en la UNC, y ha colaborado en distintas oportunidades con el Equipo Argentino de Antropología Forense.
El protocolo de Minnesota.
Este protocolo es un modelo de investigación legal, para el estudio de ejecuciones, extra legales y/o arbitrarias. Es decir, de aquellas muertes que ocurren en acciones en la que pueden estar involucrados el Estado, u otras organizaciones; y que se hacen de manera arbitraria o sumaria o por fuera de la justicia.
El método es acordado por muchos países del mundo y define como investigar estos procesos en donde lo que está en juego es la vida. Dentro del protocolo que tiene un modelo de como investigar judicialmente (como hacer la instrucción), hay una parte que está dedicada al procedimiento de la autopsia y otra parte que está destinada a cómo hacer exhumaciones en caso de que haya cadáveres que tenga más tiempo.
“En este caso (Santiago Maldonado), se aplica este modelo y de acuerdo, a lo que yo entiendo es que se presupone que es una ejecución extrajudicial o arbitraria o ilegal”, afirma el médico forense, y por ello señala que: “se requiere hacer una investigación muy pormenorizada del lugar del hecho y verificar si el lugar donde se encuentra el cadáver fue la escena del crimen. Para esto hay que hacer una serie de estudios del lugar, del cadáver y de la ropa con todos los elementos que tengan el cadáver”.
Para Dib el protocolo se debe aplicar estrictamente y, “hay que estudiar el plancton, diatomeas (algas unicelulares), la composición de los restos orgánicos y no orgánicos que podamos encontrar en el cadáver o en la ropa y eso compararlo con lo que hay en el lugar donde se lo encontró. Si son iguales, siempre estuvo ahí. Si no son iguales, estuvo en otro lugar”.
La otra parte que tiene el protocolo es como se hace la autopsia. Sobre este punto afirmó: “La autopsia es muy pormenorizada, trata de investigar en el cadáver todas las posibilidades que tenga de algún tipo de agresión. Ya sea, subcutánea, se miran los ojos, las mucosas, se estudia pormenorizadamente todo el cadáver y en el estudio interno se estudia órgano por órgano, tomando una serie de determinaciones técnicas, que conducen a un informe bastante completo”.
“Lo otro que dice el protocolo, y que creo que se ha cumplido, es que participen todas las partes en el proceso. Esto quiere decir que tanto la defensa, como las querellas o denunciantes, puedan observar el procedimiento y trabajar sobre el”.
Sobre el resultado de la autopsia y los tiempos de la misma, se especula que podría tardar una semana más, según dieron a conocer desde la justicia. Sobre la forma en que deberá ser presentado ese informe Dib subraya lo especificado en el protocolo el cual señala; “la necesidad de elaborar un informe que sea accesible en su vocabulario. No en un vocabulario técnico. Esto es para que pueda ser interpretado por todas la partes, tomando en cuenta que muchos de estos casos, los cadáveres son de gente pobre y que a veces no tienen instrucción. Por eso el protocolo prevé que el informe sea muy simple para que todos los puedan interpretar”.
El objetivo del protocolo
Sobre la efectividad del método aplicado, Dib plantea: “Lo que dice el protocolo es que hay que hacer todos los esfuerzos para llegar a un diagnóstico correcto y para ello prevé un abordaje, un ordenamiento del procedimiento de la autopsia, para tratar de arribar a un diagnóstico preciso. En estos casos, la ciencia forense da una mirada científica de lo ocurrido al cadáver y después la instrucción y el resto de los componentes del sumario o de la investigación judicial, completan el cuadro.
Lo que se espera de la ciencia forense es que, “de datos concretos certeros, serios, comprobables, que puedan ser evaluables por otros actores de manera tal que el Juez tenga mejor información posible para que la investigación sea lo más transparente posible”, enfatiza el médico.
Para el médico forense y docente universitario no hay dudas: “Lo tiende a hacer el protocolo es a preservar el derecho a la vida, como derecho fundamental digamos. Nadie debería matar a nadie”.
Casos conocidos en que se aplicó el protocolo
El protocolo se ocupa y se aplica de manera habitual en varios países del mundo donde han existido situaciones de este tipo. “Por ejemplo en México, que hay muchas ejecuciones extralegales. En todo lo que se llama narco fosas, se trata de aplicar este protocolo. Allí la principal tarea es la de la investigación del cadáver, porque por lo general suelen ser migrantes que pasan por México y que vienen de otros países de Centro América o Sud América. Entonces la principal tarea es de identificación además del diagnóstico de la muerte”, se refiere Dib.
También se ha aplicado en Colombia, en las autopsias de todo el proceso previo a la firma de la paz entre las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas) y el gobierno. “Actualmente se va aplicar para acceder en lo que se llama en la justicia por la verdad en Colombia que es a partir del proceso de paz. Eso va a tener una mirada más identificatoria que diagnóstica desde el punto de vista forense”, adelanta Dib.