Hoy se cumplen dos años del asesinato de Rodrigo Sánchez, quien para muchxs era el “Piamon”, apodo que sus amigxs le regalaran por la expresión de sus ojos (en referencia a una publicidad de embutidos, en la que la felicidad achina la mirada), con esas pestañas interminables que siempre recuerda su madre. Hoy se cumplen dos años, pero no de fiestas de cumpleaños, cenas o domingos entre familia y amigos en la esquina. Hace exactamente dos años, en las intersecciones de Avenida Colón y Sagrada Familia, Lucas Carranza, policía de civil, disparó cinco tiros por la espalda a Rodrigo Sánchez, de 16 años de edad.
Le apuntó a la cabeza y le causó la muerte. No fue un procedimiento legal, sino un fusilamiento, porque luego de los primeros disparos, Rodrigo ya no tenía posibilidad de huir. Que el asesinato se produjera en una ocasión de un robo, es lo que aún utilizan muchxs para quedarse del lado de las balas y de la muerte, tanto es así que meses después el policía fue detenido, pero por robar una campera en un shopping, no por fusilar a un joven.
“Más que lamentable, deja en claro qué tipo de persona es, y me da la razón en la visibilización que este tiempo venimos haciendo de quién era él, el hombre que mató a mi hijo de esa forma”, reflexiona Gabriela Sanso en comunicación con Mucho Palo Noticias, y agrega: “La ausencia de mi hijo el día que se cumplen dos años de su fusilamiento, opaca el nacimiento de mi hija. Y eso no significa que vaya a bajar los brazos, pero acá nunca más va a ser lo mismo. En estos momentos debería estar tocando el cielo con las manos, por haber nacido, tan bonita y buenita, le pusimos Milagros, porque es un milagro que haya nacido en medio de toda esta situación. Y acá estoy, en vez de poder disfrutar plenamente, sigo llorando a mi hijo, y lo voy a llorar mientras viva”.
La causa
No hubo arma secuestrada. El policía que lo asesinó dio positivo en el examen citológico donde quedó constancia que tenía altos grados de cocaína, marihuana y estupefacientes varios en su cuerpo. Desde aquel día, su madre Gabriela comenzó el doloroso camino hacia las fiscalías y juzgados de Córdoba, salió a las calles junto a familiares de víctimas de gatillo fácil, alzó la voz para que se escuche que su hijo fue fusilado.
Sin embargo, el pasado 3 de abril la fiscal Jorgelina Gutiez solicitó el sobreseimiento del policía Carranza, porque entendió que obró en cumplimiento de su deber y en legítima defensa. Como prueba, citó un “dermotest” practicado en Rodrigo (para averiguar la presencia de pólvora en mano) como determinante para alegar la posesión de un arma y por ende presumir un enfrentamiento. Argumento rebuscado porque es sabido que bien pudieron manchar las manos con pólvora en la escena. Tampoco se secuestró arma alguna e incluso uno de los damnificados del robo negó haberla visto.
A cuatro meses de ese pedido, el Juzgado de control Nº 5 a cargo del fiscal Lezcano discrepó de la posición de la fiscal y el caso pasó a la Cámara de Acusación del Dr. Leiva, quien deberá dirimir la cuestión entre las dos posturas. O lo sobresee, o puede pedir la elevación a juicio de la causa.
Mucho Palo Noticias pudo dialogar con el abogado Allende Posse, quien patrocina a Gabriela Sanso, y compartió los fundamentos del Juez. En la resolución dijo que “no se ha llegado a un grado de certeza positiva o duda insuperable” en la causa de justificación que pretende argumentar la fiscal. Además comentó que en la misma resolución el juez valoró la prueba de distintos testigos y relativizó el carácter probatorio “absoluto” del dermotest. Por otra parte, la fiscal Gutiez minimiza el resultado positivo de estupefacientes en sangre al momento del hecho, como también el robo de una campera en local comercial cometido con posterioridad por el funcionario público, Lucas Carranza.
El camino de luchar y jamás bajar los brazos
El camino hacia la justicia por la muerte de Rodrigo, cada paso hacia adelante tiene la fuerza de quienes no bajan los brazos, y al respecto Gabriela deja en claro que “es la lucha la que me permite estar en pie, si no yo hubiese bajado los brazos hace rato, es lo que me da fuerzas. Y es la lucha la que logró que estemos hoy con la negativa al sobreseimiento, y con una posible elevación a juicio”.
Las voces que salen a la calle y repiten que lxs pibxs no están solos, que tienen una familia que sigue al frente por la memoria, la verdad y la justicia, es a quienes Gabriela les dice: “Quiero agradecer una vez más a todas las personas que conocí en este camino de lucha, a las organizaciones, a los medios alternativos por estar siempre, a mi hermana Romina, que es mi pilar, que antes de lo de Rodrigo no le conocíamos esa faceta tan guerrera que sacó por su sobrino y que agradezco siempre, y que lucha como si mi hijo fuera su propio hijo. A mi abogado que siempre está, con un mensaje de ‘vamos arriba, hay que seguir’, con una noticia, predispuesto a ayudar, y es su lado humano el que ha permitido que realmente la causa se empiece a mover”. A todas esas voces que a dos años el recuerdo les sigue creciendo y la dignidad muestra que ni las estadísticas, los titulares, persecuciones y allanamientos pueden con la búsqueda de justicia.
