Policías a juicio por gatillo fácil, el asesino de Franco estaba alcoholizado

Franco Enrique Amaya tenían 18 años, el 22 de febrero se trasladaba en su moto, junto a su primo Agustín y al llegar al Control policial ubicado en calles Los Gigantes y Alem de la ciudad  Villa Carlos Paz, recibió el letal disparo en el cuerpo a solo 50 centímetros de distancia. Al parecer los jóvenes trataron de advertir a los policías que tenían poco frenos en la moto y pidieron que no les dispararan, pero antes de llegar al lugar uno de los uniformados sacó su arma y disparó en el pecho a Franco.

Pese a la negativa de los policías, el joven mal herido fue trasladado por su primo y un amigo que pasaba por el lugar, hasta el Hospital Sayago de Carlos Paz, pero en el hospital no pudieron hacer nada para sacarlo del paro cardiorespiratorio.

El policía que realizó el disparo  Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos, de 25 años, fue detenido y acusado inicialmente “por la supuesta comisión del delito de homicidio calificado”, y el caso quedó bajo secreto de sumario en la Fiscalía a cargo de Jorgelina Gómez. El otro policía involucrado en el hecho es José Ezequiel Villagra, de 22 años. En el día de ayer se conoció que La fiscal de Instrucción del Turno 3° de Villa Carlos Paz Jorgelina Gómez solicitó la elevación a juicio de ambos policías, por el fusilamiento de Franco Amaya. A Rodrigo Maximiliano Velardo Bustos por “homicidio agravado por la calidad de autor y por el uso de arma de fuego en concurso ideal”, y a José Ezequiel Villagra por “omisión de los deberes de funcionario público”.

El joven asesinado por la policía trabajaba en un lavadero y estudiaba peluquería, y esa noche, con su primo, pretendían ir a bailar.

Este crimen guarda similitud en lo acontecido hace 3 años cuando “Guere” Pellico fue asesinado por la policía cuando se trasladaba en su moto junto a su primo en Barrio Los Cortaderos. Hecho por el cual fueron condenados a perpetua los policías autores del crimen, Leiva y Chávez. También guarda similitud con el caso de Ezequiel Reinoso, quien sufrió un ataque similar por parte de un policía en febrero de 2015, por no detenerse en un control policial, solo que en este caso, casi por azar, Ezequiel salvó su vida, quedando con secuelas y una recuperación total luego de varios meses. Esta causa se ha elevado a juicio también hace un mes, luego de que el joven lograra que le cerraran la causa que los policías que intentaron fusilarlo por la espalda, armaron en su contra, situación que se subsano solo porque uno de los uniformados declaró que había mentido en la causa porque tenia una relación de amistad con el policía que le disparó a Ezequiel.

A raíz de la investigación que llevó adelante de la instrucción de la causa, el policía Velardo Bustos, tenía un alto índice de alcohol en sangre al momento de efectuar el disparo, hacía nueve meses que estaba en la fuerza, y ya portaba su arma 9 milímetros, que acabó brutalmente con la vida de Franco, dejándolo tirado a la suerte de que su familia lo trasladara herido, hasta el hospital. La madre del joven, Laura del Valle Cortez, se constituyó como querellante, con la representación del abogado Carlos Nayi.

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