Eso dice Vanesa Orieta, y es lo que logra la película de Antonio Manco, “Ni un Pibe Menos” estrenada anoche en el auditorio del Centro Cultural Córdoba, rebalsado de niñxs de barrio Yapeyú y Los Cortaderos. La película relata el asesinato de Kevin Benega (9) en un tiroteo en Villa Zavaleta de Buenos Aires entre narcos y prefectura. Aquella mañana de septiembre de 2013, uno de los disparos  atravesó la ventana e impactó en la cabeza de Kevin. Su madre en busca de auxilio lo carga hasta la plaza Kevin (nombre puesto por otro Kevin fallecido por una bala perdida) donde un vecino se ofrece para llevarla al hospital. Kevin muere a las horas pero el calvario continuaría. El cuerpo fue entregado 72 horas después porque la Presidenta Cristina Fernández inauguraba la Casa de la Cultura en Villa 21 a tres cuadras de la casa de Kevin y no querían que se “empañara” el acto.          

Por el hecho están condenados a 7 años de prisión Miliciades Ramón Vázquez Quiroga y Francisco Darío Colman. El oficial de prefectura Jefe de Procedimiento Daniel Stolfd sigue libre pero procesado por incumplimiento de los deberes de funcionario público. Hubo 12 llamados al *911 pidiendo auxilio ese día mientras Stolfd por radio contestaba que había absoluta normalidad con una clara intención de liberar la zona y dejando entrever que la “fuerza está al servicio del narco”.

La película

Su director contó que la película fue una “casualidad”.  El vino de Nápoles a Buenos Aires y quiso investigar las experiencias en las Villas y contactó a la “Garganta Poderosa”. Entre otras cosas filmó a lxs nenxs riendo en un evento por el día del niñx, entre lxs que estaba Kevin.  Diez días después al enterarse de su muerte, se puso a colaborar en la difusión de la denuncia ya que ningún medio lo visibilizaba. Durante una semana estuvo pegado en los muros de los canales hegemónicos el afiche de Kevin y aún así no se comunicaban con la familia.

Comenzó a filmar la película entre idas y vueltas de Italia y comentó que no comprendía la naturalidad de un hecho tan trágico y que no se reprodujera en los medios de comunicación.  Tal vez sea porque en el mapa del gobierno la villa es solo una mancha de color blanco, gris o peor aún, roja.

El laburo en los barrios de la Garganta Poderosa se intercala en todo el relato que cuentan lxs familiares y vecinxs de Kevin. También a través de su mamá Alejandra, se rescata a Luisito, otro pibe asesinado en la villa por la represión estatal.  Asimismo hay escenas por la memoria de Luciano Arruga, la aparición de la Abuela de Plaza de Mayo, línea fundadora Norita Cortiñas y la inigualable voz de Angélica, mamá de Kiki Lezcano; todos estos son momentos que movilizan y mucho.    

“Ni un pibe menos” tiene esa fuerza emotiva propia, que empatiza al contar un hecho real.  Acá no hay ficción, todo esto pasó allá y pasa igual acá. Es triste, pero colorida, latinoamericana, contestataria y furiosa. Se percibe el coraje de Roxana.  Es íntima en sus planos y narraciones que la traen cerquita a los casos de gatillo fácil en Córdoba. Todo igual, las mismas nefastas prácticas policiales,  sobre una villa humilde de trabajadores que pelean a diario contra un sistema para nada inclusivo, que desampara y hasta se les ríe en la cara a los vecinos de Villa Zavaleta.  Se mastica la bronca.

Hay que verla, hacerla circular, por Kevin y Luisito, por David Moreno, por lxs asesinadxs en Yapeyú, en Los Cortaderos y en cada uno de los barrios manchados por la represión policial estatal. Vayan a verla les moverá el corazón, para salir a pelear contra un sistema que está matando nuestrxs pibxs. No son hechos aislados, son una política de Estado.  

Habrá  cinco  exhibiciones más en el Centro Cultural Córdoba (Av. Poeta Lugones  401).

Horarios de las funciones
Lunes 5/6: 17:00 y 19:00
Martes 6/6: 17:00 y 21:00
Miércoles 7/6: 19:00