En horas de la madrugada del año nuevo, un joven de barrio los cortaderos fue asesinado por un policía de civil en las inmediaciones de la calle Spilimbergo. Raul Ledesma de 30 años, se trasladaba en moto con un amigo y en un episodio aún no esclarecido, un policía de civil desde un auto les disparó, cuando los jóvenes se acercaron al vehículo.
Cuando Raúl recibió el disparo, rápidamente su amigo lo llevó en un auto al dispensario del barrio que atiende las 24 hs, ya que no hay hospitales cerca de la zona norte de la ciudad. El joven murió en una pequeña sala de centro de salud, producto del impacto de bala que impactó en su pecho.
Pocos minutos pasaron del hecho hasta que familiares amigxs y vecinxs, anoticiados del hecho, se acercaron al dispensario, luego los forenses llegaron al establecimiento para hacerse parte de lo sucedido y trasladar el cuerpo tres horas después. Desde las 8 AM hasta la 11 AM los familiares de Raúl debieron esperar afuera del centro de salud con la impotencia que el desconocimiento, la espera y la impunidad les generaban, dejando en claro que -al menos para ellxs, pobres, jóvenes y de barrio- el sistema no los tenia como una prioridad, a pesar de lo delicado de la situación.
Durante la siesta del domingo el joven que acompañaba a Raúl fue llevado a declarar a la central de policía, durante varias horas, al igual que la espera de la mañana. Un comienzo de año con la certeza de que se renueva el número del calendario, pero es solo eso, un número más. El sistema continúa matando impunemente a lxs jóvenes de los barrios, a pesar de las pequeñas y perceptibles victorias logradas.
Raúl era de barrio Los Cortaderos, y el martes 27 de diciembre estuvo -como en todas las instancias previas- haciéndose presente en el pedido de justicia por el fusilamiento de su amigo Guere. Poco duró en el barrio la alegría de la victoria lograda ese histórico día, donde Chávez y Leiva fueron condenados a cadena perpetua por el gatillo fácil del que fue presa Pellico el 26 de julio de 2014.