Gatillo fácil judicial

Hace una semana la familia de Pimpollo se enteró que la causa por el asesinato de hijo fue cerrada y el ex policía Julio Roberto Pereyra fue sobreseído y puesto en libertad.
El hecho no deja de causar indignación y preocupación por la arbitrariedad y el elitismo del poder judicial a la hora de investigar y hacer justicia en los casos donde hay responsabilidad policial ante asesinatos cometidos por integrantes de las fuerzas represivas.

Por: Victoria Siloff (integrante del FoCCoF)

Ayer, una vez más, el impacto, la amargura de la impunidad.
Ayer, con Facu acompañamos a Paola Guaiman a hablar con su abogado, por la causa de su hijo Pimpollo, (Brian Guaiman). Y sí, él nos confirmó que la causa está cerrada.
La Fiscal Liliana Copello, aún sin tener resultado de la autopsia de la víctima, le dio la libertad a Julio Roberto Pereyra. En menos de 24 hs, el imputado ya estaba libre.
La Cámara de apelaciones, no hace lugar al recurso de apelación que la querella presenta. Esa sentencia, no respeta ninguna regla de la sana crítica racional, no está fundada en derecho. Parece más bien, una charla de bar, de 3 personas ultra fascistas, y amigas del imputado y de la fiscal. Tratan con desdén al abogado y hablan de «perfección», calificando así al razonamiento de la fiscal.
Es un mamarracho lo que hicieron esos jueces.
Y el sistema legal, nuestro sistema procesal, no permite más que el recurso de casación frente a esto. Eso y nada es lo mismo, ya que con ese recurso, no se discuten hechos, sino, que sólo se discute el procedimiento.
En estos momentos pienso en esa historia «ante la ley» de Kafka, en esa película de Wells…donde un sujeto está perdido, y muere en ese mundo oscuro, tramposo y confuso que es la ley.
Pienso que estas muertes no son casos aislados. Son muertes sistemáticas. No es un policía «loquito» el que dispara más de seis veces. Hay una institución que está avalando, fomentando, preparando al personal policial para esto. Desde el mismo ejecutivo, desde el legislativo, nada se hace para evitarlo, todo se hace para que suceda esto.
Hay un poder judicial, que se caga, se caga encima de libros, y dicta resoluciones como si nadie fuera a leerlas. Hay un poder judicial convencido de lo que dice.
Sus convicciones son éstas: un negro de mierda menos.
Y en base a eso, resuelven estos casos.
No tenemos un poder judicial sólo corrupto, tenemos un poder judicial asqueroso, nauseabundo, elitista, injusto, ignorante.
Estas muertes, insisto, son sistemáticas, perpetradas desde el aparato estatal, hacia un sector de la población. Un sólo sector. Es intencional, es pensado, es sistemático, se lo hace queriéndolo hacer.
¿No es esto un delito de lesa humanidad? ¿No avasalla esto, derechos fundamentales reconocidos internacionalmente? ¿Cuántos pibes tienen que morir para que digan que es un delito de lesa humanidad lo que está haciendo el aparato represivo en «democracia»?
¿Hasta cuándo se va a soportar la complicidad, y la responsabilidad de todos los rincones del Estado para que esto siga sucediendo? Esta es una política de estado. ¿Qué más necesitamos para decir que son crímenes imprescriptibles?
¿Cuántos pibes más, o cuántos pibes menos necesitan?

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