Justicia para encontrarte

No somos víctimas dijo un viejo militante que puso el cuero en los 70.

No somos pasado dijo una mujer que vivió y huyó de la cárcel fascista en Córdoba.

No somos historia, somos presente, dijo un militante obrero clasista de los 60.

Estamos aquí por nosotras y ellas, dijo una combatiente.

Levantando los puños o con los dedos en V, alzando rosas rojas, o pañuelos blancos, la impunidad se va descascarando… No resisten ante tanta dignidad las miradas de los fallidos asesinos de nuestro inexorable horizonte.

El sol aprieta el medio día, la historia nos convoca, la lucha esta por parir nuevamente. Las sombras se disipan, los gritos estallan, las cadenas caen, la celda de tortura se abre, el quejido desgarrador se desvanece.

La sangre roja fluye fuerte en el lado izquierdo de nuestro cuerpo. Nuestras pupilas se dilatan, la inexplicable espera termina. Las condenas se anuncian, las manos aplauden, las perpetuas se concretan, las sonrisas estallan. Las lágrimas y broncas acumuladas también.

Los pañuelos blancos empiezan a salir del templo de la complicidad. Los brazos se levantan, pero solo para abrazar, no hay rendición. ¡¡¡ No nos han vencido !!!

El sol está en lo más alto, no hay lugar para el dolor y como lo decía el Poeta republicano español Miguel Hernández:

“Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores pajareará tu alma colmenera…”

El día no termina, la noche no encuentra su lugar.

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s