
Francisco Sánchez Nava, es estudiante de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. Pero no sólo eso define el presente del joven mexicano. Francisco es uno de los sobrevivientes de los crímenes y desapariciones forzadas por parte del Estado sufridos el 26 y 27 de septiembre del 2014. “Agradecer a las organizaciones que nos invitaron, que hicieron lo posible para que la voz de Ayotzinapa llegara para tocar los corazones de hermanos y hermanas Argentinas…” Fueron las primeras palabras de Francisco al comenzar la conferencia de prensa.
Hilda Hernández, una de la madres de los 43 desaparecidos, convirtió su dolor en lucha. Denunciando las atrocidades cometidas y explicando que hoy no existen pruebas científicas que comprueben que sus hijos han sido encontrados sin vida. Y explico que la hipótesis de que los estudiantes se encontraban sin vida en un basurero de Cocula , fueron desmentidas por los peritos argentinos, miembros del equipo de antropología forense.
Por la tarde la Caravana 43 continuo con una movilización en las calles de Córdoba levantando la consigna ¡vivos se los llevaron , vivos los queremos! y hermanado las luchas de ambos territorios. En la intersección de las calles Colón y General Paz comenzó a llegar la gente desde las 17:00hs se movilizaron por las calles céntricas de la ciudad. Nuestras luchas se hicieron una junto a los nombres de los 43 compañeros desaparecidos y las voces se levantaron por un ¡Ayotzinapa vive, la lucha sigue, sigue!.
Las y los familiares de los estudiantes normalistas hablaron por alta voz para las 1.500 personas que concurrieron al acto de cierre del primer recorrido de la caravana por Sudamérica.