Denuncian brutalidad policial sobre un joven que intento sacar unas fotos y tomar video en el momento que un operativo policial detenía arbitrariamente a 8 jóvenes en la Plaza de la Intendencia el domingo por la noche.

Pablo, el denunciante, explico a “Mucho Palo Noticias” las circunstancias en que ocurrieron los hechos y denuncia que fue agredido físicamente, mientras esto ocurría la policía le cuestiono su ideología de izquierda y el apoyo en manifestaciones a quienes se oponen al código de faltas.

Además acusa que luego de ser agredido físicamente y psicológicamente se tuvo que retirar del lugar cuando un agente le apunto con una escopeta en el pecho.

Reproducimos aquí la denuncia pública realizada.

Hace una hora y pico, aproximadamente a las 23.30, íbamos caminando por Plaza de la Intendencia y desde la esquina donde se encuentra el Monumento a Los Héroes de Malvinas se podían divisar dos móviles policiales en el interior de la plaza y a un gran número de policías hostigando a un grupo de personas. Ramiro, sacó su teléfono celular para filmar el accionar policial que, aun a 35 metros de distancia, podía claramente verse el atropello de itacas y de perros azules sobre un grupo de jóvenes artistas callejeros, que habitualmente suelen alegrar y colorear a la plaza con sus raps y ritmos felices.
Inmediatamente, Ramiro fue increpado por un policía que, a tono de sargento, amenazó con arresto por «filmar la privacidad de las personas».
Ante semejante brutalidad y paupérrima argumentación, me interpuse de inmediato. Ordené a Ramiro que se retirara de la plaza, y que no debiera dar ninguna explicación. El policía amenazó con disparar si se retiraba. A lo cual, contesté imponiendo cuerpo que no tenían autoridad alguna. En ese instante, el oficial de frente me empujó varias veces mientras el que, supuestamente, le iba a disparar a Ramiro, me sacudió a golpes de itaca por la espalda. Claro todo esto como parte de un operativo rutinario donde La Policía De La Provincia de Córdoba nos garantiza la seguridad de la represión, las racias, y la imposición de su puta y maldita moral.
Fui llevado al móvil, donde bajo la forma de «verificación de identidad» me trataron a gritos, a pechones y con una soberbia a la cual les dejé en claro que no iba a ceder. Ni responder. Ellos me debían explicar a mí la parte en que mi derecho a circular libremente y a opinar también libremente ponía en riesgo la seguridad provincial.
No hubo argumentos, solo un cacheo más fuerte que cesó cuando luego de que me franelearan los piercings en los pezones les pidiera amablemente que dejaran de provocarme sexualmente….
En fin…. con mi lengua pude bajarles unos cuantos de dientes.
Yo, libre. Y a salvo? de la policía.
Y esxs pibes???
Esxs que ante el invento de contravenciones y el abuso sistemático sostenido por la vigencia del Código de faltas, no pudieron o no supieron levantar más fuerte la voz aun en defensa de La Constitución Nacional Argentina?!!