
(Por: @muchopalo) / El jueves pasado se cumplieron 12 años de la masacre de Avellaneda, el levantamiento popular que acelero la salida de Duhalde del gobierno, y que tuvo una vez más en la calle al pueblo, como ya lo había sido en diciembre del 2001.
En ese marco de lucha, una brutal represión se desplego por aquel 2002 en el puente Pueyrredón, Darío Santillán de tan solo 21 años y Maximiliano Kosteki de casi 23 años, eran asesinados a manos de la policía bonaerese, por la espalda, y dejaban también una treintena de heridos en una jornada donde se montó un operativo de 5 fuerzas de represión del Estado: Policía Federal, Bonaerense, Gendarmería, Prefectura y la SIDE.
Año a año su recuerdo, su lucha, su ejemplo, son el motor de momentos de reflexión, movilización y homenaje. Córdoba, como muchas otras provincias del país, ha mantenido la tradición de su recuerdo, pero no un recuerdo estático en el tiempo, sino un homenaje de lucha, de multiplicador de ejemplos, de continuidad del reclamo por vivienda digna, trabajo, educación. Se ha transformado en el día de la juventud militante.
Entraba la siesta gris en Córdoba, y el frio no impidió que una vez más las organizaciones sociales y políticas se hicieran presentes en el puente, ex Centenario, rebautizado puente Darío y Maxi; la jornada comenzó, como todos los años, subiendo al puente, donde se genera un momento de encuentro agite, reflexión, intervenciones artísticas y la quema de gomas, infaltable en el piquete, banderas, imágenes y mensajes, canticos y colores, porque este año, Darío y Maxi arden, arden rojo, en junio, donde a 12 años, se pide justicia, y cárcel a los responsables políticos, pero sobre todo se revindica la continuidad de la lucha que comenzaron aquel 26 de junio.
Ya entrada la tarde, la columna, llena de color, banderas, y al compás de las murgas y los cantos, subió por Gral Paz, encabezada por la Federación de Organizaciones de Base Córdoba, la Juventud Montonera y la presentación de la Juventud del Frente Popular Darío Santillán, para que junto a las demás organizaciones concluyeran la jornada en la histórica intersección de Colón y Gral. Paz, donde se realizó una quema de un momo con una leyenda contra la represión sufrida en Chaco, se realizaron intervenciones artísticas, y para concluir se realizó la lectura del documento consensuado entre las organizaciones presentes. Donde entre otras revindicaciones y denuncias se denunció: “… el aparato represivo responsable de los hechos, gestado en la dictadura, sigue intacto y fue perfeccionado. Que el Gobierno Nacional que se autodenomina de los Derechos Humanos sigue avanzando en la criminalización de aquellos que salen a luchar por vivienda, educación, salud, mejoras en las condiciones laborales y de salario, contra la precarización de la vida y del trabajo; a través de leyes antiterroristas aprobadas y en uso; y con la inclusión de la figura del “quema-goma” en el Código de Faltas de la provincia de Córdoba”.
Un junio que arde rojo, a semanas de la brutal represión sufrida con motivo de la aprobación de la Ley de Ambiente, una vez más, el campo popular quiso dejar evidencia de la unidad y la continuidad de las luchas hoy.
Información relacionada:
Documento del acto central en homenaje a Santillan y Kosteki en Córdoba.
Se presentó el libro: “Darío Santillán, el militante que puso el cuerpo”.
Poema para Dario y Maxi