Fotografía: Bárbara Arias
(Por: @muchopalo) / Un día antes de cumplirse los 12 años de la masacre del puente Pueyrredón, se presentó en el Circulo Sindical de la Prensa en Córdoba el libro: “Darío Santillán, el militante que puso el cuerpo” de Hendler, Ariel; Rey, Juan y Pacheco, Mariano.
La fecha elegida para esta presentación no fue casual y el panel que tuvo la desafiante tarea de criticar el libro, también se vió en la necesidad de contextualizar dos momentos históricos llenos de contracciones, necesidades y propuesta desde y para el campo popular. El análisis del escenario de la Masacre del Puente Pueyrredón y la coyuntura política de la época donde el campo popular sufrió una embestida feroz por parte de poder, no estuvo ausente en la presentación cargada de recuerdos comprometidos con quienes marcaron caminos.
“Es el relato de un hombre común que lo vuelve heroico” de esta forma se refirió María Alejandra Ciuffolini (Directora del Equipo de Investigación “El llano en llamas”) a la hora de realizar su reseña de libro. Para Ciuffolini la formas de hacer y abordar la política en aquellos años no es menor y señaló una característica de la época “…esa construcción que Darío va haciendo en sí, a partir de lecturas y prácticas de maneras autodidacticas, es quizás el símbolo de la politización ajena de las estructuras partidarias y sindicales que caracterizan a los movimientos en lucha de a mediados de los noventa. La política vuelve al barrio y se hace calle; es cosa de gente ordinaria que hace cosas extraordinarias”. Para la Directora de “El llano en llamas” el libro no es un libro oscuro, “… es un libro que sabe transitar el dolor, hacerlo huella y devolverlo como un legado a todos”.
Las ideas que siguen en el tiempo

“Esta es la mejor forma de honrar a los compañeros que hoy no están”, remarcó Andrés Guzmán integrante del Movimiento Evita y recordó a Pocho Lepratti y Aníbal Verón y otros militantes asesinados a fines de los 90 y a fines del gobierno de De La Rúa.
“Darío es producto y fruto del mismo pueblo”, y aclaró: “Es el mismo pueblo, que a través de su conciencia de generar anticuerpos, de resistir, genera las condiciones para que esa militancia se organice y para la formación de cuadros que permite avanzar a las organizaciones populares”.
Para Andrés, Darío es de los ejemplos que nos mantiene en pie, “en ese camino, nosotros recordamos a estos compañeros que dieron su vida por los demás, por el otro”.
Se proponía aportar a la construcción de otras formas de hacer política
“A las montañas del noroeste Argentino
te dirigiste, hermano,
dejando grabado por siempre
en mi corazón aquel fuerte abrazo.
Donde mostraste tu íntima conciencia
de guerrero impecable
que marcha firme a cumplir su destino
sin nada a nadie deber.
Pasó el tiempo y sin saber nada de vos,
corrimos a buscarte
soñé con verte libre a la luz del sol
y sé que lo lograste,”
(Fragmento del tema: “Atravesando todo límite” / Almafuerte)
Con la lectura de este fragmento; María Mandakovic del Cispren recordaba un tema musical con el cual Darío Santillán se identificaba.
“Estaban desafiando al sistema, y es por ello la represión del 2002”, Para la representante del CSPREN, Darío era parte de una generación que decidió enfrentar al capitalismo cuestionando el poder y allí radica la explicación de la respuesta del poder con su aparato represivo.
“Pensar que Darío tuvo entre sus primeras lecturas al libro del Comandante Sandinista Omar Cabezas, La montaña es algo más que una inmensa estepa verde“, le llevo a valorar a Mandakovic sobre el importante lugar que ocupaba en Dario el compromiso con la lucha.
Icono del campo popular
“Con este libro tenemos asegurado un cuadro de la historia construido desde el campo popular (…) es una puesta en papel de una experiencia histórica”. De esta forma se refirió a la obra Mariano Mariano Schejter de Marea Popular. Además recordó que muchos actuales militantes se hicieron a la acción a partir de los hechos del 2001 y estuvieron atravesados por lo que ocurrió en el puente Avellaneda en el 2002.
Para Mariano, la vida de Santillán es la de un militante que lo podemos comparar con los iconos de nuestra historia, nacido en un contexto marcado por el “que se vayan todos” en la busqueda de una nueva cultura política.
«Su muerte fue una abrupta toma de conciencia»
Para Sergio Job, abogado y referente del Encuentro de Organizaciones, el libro “…permite reconstruir desde lo pequeño, el entramado de la conformación de los movimientos de desocupado (…) el cual fue construido por una fuerte voluntad”.
De aquella experiencia desplegada hace más de diez años, Job rescató la creatividad y valentía que tuvieron aquellos militantes para enfrentar los nuevos horizontes. Para el abogado, el asesinato de Dario y Maxi fue una forma de apuntar a toda una generación que estaba enfrentando el sistema, pero a contra pelo de lo deseado por el poder, “este hecho repercutió en varios sectores de la juventud como una abrupta toma de conciencia y compromiso”, enfatizó Job.
Reivindicar la integralidad de la figura de Dario
Mariano Pacheco uno de los autores del libro, considero que la centralidad de la figura de Darío Y Maxi en la memoria de las luchas populares de la historia reciente de la Argentina se debe a que ellos siempre vuelven y que los recordatorios, las conmemoraciones han sido todos estos años, donde no ha faltado la reflexión.
Sobre Darío lo recordó como un joven que le gustaba la música y que no pudo aprender tocar el piano ya que no tenía plata para comprar uno. Y rescató poder abordarlo desde toda la dimensión humana pese a que el capitalismo busca separar estas facetas de la vida.
“Somos una generación un poco rara, porque nacimos en el neoliberalismo, enfrentando al neoliberalismo en un momento donde el peronismo era Duhalde”, contextualizó Mariano. Y agregó, que a la hora de analizar las formas de formarse para la militancia “el autodidactismo fue clave para la creación de cuadros integrales al calor de los cortes en Cutral Co en los noventas”, y subrayo: “para nosotros era tan importante cortar rutas, pintar paredes, como estudiar. No despreciamos la formación teórica, ni la experiencia práctica”.
“La figura de Dario que se hizo esténcil, mural, dibujo por todos lados, es una síntesis muy clara” señaló Mariano a lo cual explicó: “Dario socorriendo seguramente con su inconsciente que mamo de chico, con su padre enfermero ayudando al otro y con la otra mano contra la policía”.
Para Mariano Pacheco no hay dudas; “la integralidad de la figura de Darío hay que reivindicarla por su militancia en el barrio, en su predisposición al estudio, en la organización popular y en el enfrentamiento contra el poder”.
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