La gente se movilizó reclamando por la libertad de los seis detenidos por la Pueblada de Corral de Bustos, ocurrida en diciembre de 2006. Familiares y allegados sostienen que, a pesar de las instancias judiciales, no hay una condena firme y muchos de ellos ya han pasado más de dos años en la cárcel. Emotiva marcha. El jueves 8 de marzo vuelven a movilizarse y el domingo 10, a las 17, manifestarán frente de la cárcel de Villa María.
Por Jesús Chirino (*)
Resistiré, es la actitud que refleja una canción que supo ser éxito en nuestro país. Resistiremos, parece ser lo que repiten en los hechos aquellos que hace años piden justicia “real y verdadera” en la causa por la pueblada de Corral de Bustos.
El viernes pasado en la Plaza 25 de Mayo de Corral de Bustos fue testigo de ese empeño para no dejarse derrotar por los largos plazos judiciales que se alimentan de ciertas burocracias y necesidades políticas que parecieran no tener como central el bienestar social. Pasadas las diez de la noche, las pisadas firmes de más de doscientos vecinos dieron marcha al reiterado reclamo por la libertad de los seis presos que están alojados en la cárcel de Villa María.
La plaza, muda testigo de tantos pedidos de justicia, volvió a escuchar preguntas que nadie responde: ¿por qué no se investigó la hipótesis de que el incendio dentro de tribunales fue iniciado por gente de la propia justicia? ¿Por qué no se avanzó para saber qué hizo posible declaraciones de distintas personas en las que hasta se repetían las comas y los errores ortográficos? ¿Y por qué parecen no ser delitos las torturas en la comisaría que fueron denunciadas? ¿Por qué algunos de los detenidos siguen presos si no tienen condena firme y ya han cumplido los dos años de prisión, y la ley dice que no pueden estar más tiempo en prisión preventiva?
Éstas y muchas otras preguntas siguieron rondando en la noche del viernes pasado. Por ahora parece que desde el poder no tienen valor para darles respuestas coherentes. De ser así seguirán rondando en cada manifestación, en cada grito de libertad, en cada acto de resistencia al olvido que llevan adelante aquellos que se han comprometido con una justicia real que no sea una mascarada.
El jueves 8 de marzo, a las 22, en el mismo lugar, volverá la reunión, el clamor de justicia real, el pedido de libertad para los presos políticos. Esa categoría se repitió mucho el viernes en la plaza, desde las ventanas de las casas cercanas algunos se preguntaron el porqué de “presos políticos”.
La respuesta la dieron los comprometidos con la construcción de una sociedad justa que estaban en la marcha: son presos políticos porque su encarcelamiento responde a la necesidad de culpar alguien y no como resultado de una inmaculada actuación de la justicia, la misma que no se animó a investigar a fondo; porque algunos jueces que intervinieron en la causa también fueron parte; porque se negaron a pasar la causa a los fueros federales como correspondía; las respuestas siguieron y se repiten igual que las otras preguntas que nadie quiere responder.
Resistiremos, parecen decir los marchantes, y dan muestra de su decisión en cada acción en la que piden justicia. Esperemos que no pase como en el caso de los presos de Bragado que acusados en 1931, fueron mal condenados por la justicia y tuvieron que pasar seis décadas para que fueran desagraviados.
Gabriela Mistral le escribió a uno de esos presos de Bragado, cuando aún sufría el encierro. Le dijo: “defienda su alma para conservar la esperanza y un poco de alegría. Ésta es indispensable para trabajar y sencillamente para vivir. Yo sé que eso cuesta mucho, pero es heroicamente posible.
Cuando usted salga de allí, la vida le aparecerá más ancha y más hermosa que nunca. Y yo no dudo de que usted saldrá porque tiene amigos que velan porque se le haga justicia”. Los que marcharon el viernes, estoy seguro, suscribirían estas palabras dirigiéndoselas a cada uno de los presos de Corral de Bustos.
Ellos resisten adentro, los familiares, amigos y vecinos que convocaron a la marcha resisten afuera. Todos quieren lo mismo, justicia sin impunidad para nadie. Esta sociedad será mejor si lo logran.
(*) Docente y militante social.